Muchos de nuestros productos como perchas o estanterías están fabricados en acero, un material cotidiano pero a la vez bastante desconocido.
El acero es uno de los pocos materiales con un circuito de reciclaje verdaderamente cerrado. El acero no se consume. Se utiliza una y otra vez sin pérdida de calidad o resistencia. A diferencia de la mayoría de los materiales, el acero se puede “reciclar”, lo que significa que su calidad y resistencia se pueden mejorar mediante el reciclaje.